martes, 19 de febrero de 2008

Ouch!!!


En una muestra más de que la tecnología y yo somos como el agua y el aceite, el otro día el semi-imperio Blogger me propinó otro dolor de cabeza. Resulta que -en un indisimulable error de quien les habla- olvidé mi nombre de usuario de Google (¿que aparato, no?) y no pude ingresar ni mucho menos retocar mi propia creación: "Grandes valores del fango".

Después de vociferar en contra de Bill Gates y comprobar que mi estupidez tenía otros límites, decidí redoblar la apuesta.

"Grandes valores..." fue concebido básicamente para producir felicidad y dinero. Como la segunda opción es una triste utopía, no podía echar por tierra las bonitas páginas de éste blog por un formalismo informático.

Así quedó inaugurado "Grandes valores del fango 2" con la intención de retrucar ese axioma cinematográfico de que las segundas partes no son buenas, simplemente porque es lo mismo pero con un "2" al final. Es decir: las mismas entradas, los mismos links, los mismos sponsors, pero con más y mejores comentarios (éso corre por su cuenta).

Ah, para que se queden tranquilos, el usuario y la contraseña los anoté en un papelito que guardo celosamente...

Bueno, empezamos (otra vez).

4 comentarios:

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Cosa de que no te sientas tan solo en el mundo, confieso que he vivido...la misma situación(¿alguien agarra el chiste?). Por eso, aprendiendo por ensayo, por prueba-error-escarmiento, al modo de un perro pavloviano, llegué a una inefable solución: tengo una y la misma contraseña para todas las cuentas habidas y por tener en mi persona. Eso sí, si un día un inesperado borrón de memoria me atacara, de una movida me quedo outside de todo el mundo informático. Riesgos...
Aplausos por la inauguración. Falatan bebidas, musiconga y promotoras esas como las de turismo carretera con sus calzas pegadas al cuerpo.

Grandes Valores del Fango dijo...

Gracias estimado, de la música se va a encargar un amigo que ya va
s a conocer

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Puto, ocioso. No sólo no renovás tu blog, sino que- he auí tu pecado capital- no comentás más el mío. Cerdo, te aburguesaste con tu laburo. Que la maldición de la tota santillán caigo sobre tu alma y cuerpo.

Proyecto P.C.M. dijo...

LA DE USUARIOS Y CONTRASEÑAS MIAS QUE DEBEN ANDAR DANDO VUELTA POR LA WEB Y YO NO TENGO LA MAS PALIDA IDEA DE COMO ERAN!! OUCH!!!!

ABRAZO LEO

PD: LO DEL PAPELITO ESTA GUENO PERO QUE BAJO SE CAE EL TENER QUE GUARDAR LAS CONTRASEÑAS EN PAPELITOS.