martes, 27 de mayo de 2008

Conquistando oídos yanquis

Hace aproximadamente un lustro el máximo ícono del cuarteto Carlos Jimenez desembarcó en tierras estadounidenses -más precisamente en Miami- para llevar sus ritmos a la creciente colonia latina residente en la Florida. La maratón de shows del ídolo de cabello artificial fue todo un suceso, agotando entradas, aumentando el delito y movilizando oficiales; tal como sucede en nuestra ciudad.

En una de las presentaciones Cliff Cadorna, un sagaz productor radial de la zona, notó como la muchedumbre se entusiasmaba con cada acorde, incluso aquella que era de origen anglo. Entonces tuvo una idea: llevar todo el mercado de la música popular argentina -y cordobesa en particular- a oidos americanos... seleccionando las mejores piezas de nuestra música más divertida y pierdeaceite.

La idea de Cliff no era nada sofisticada, pero requería una dosis de audacia. Cada canción sería traducida al idioma de Shakespeare y sus grupos intérpretes adaptados a modas y estilos norteamericanos. Cadorna bautizó al proyecto como Suquía River Radio Miami.

La emisora comenzó con todo: gran apoyo popular y altos índices de rating, pero con el tiempo todo se desbarrancó, sobre todo por la adicíón de Cliff por los Snickers. Cadorna engordó setenta kilos en un mes, quedó inactivo y a falta de un sucesor con la cabeza quemada como él, el proyecto naufragó.


Hoy en un hallazgo periodístico de Grandes Valores del Fango les presentamos un archivo secreto de la radio más desconcertante de la historia del broadcasting americano.
A continuación un listado con el ranking de canciones de la Suquía River Radio Miami. Un muestrario de clásicos bernáculos en formato anglosajón con dobles de riesgo cantando en inglés.





PUESTO N´1
Al Cides
Violet

PUESTO N´2
Pocho, the panther
The Cuca´s son

PUESTO N´3
True La La
She was lied

PUESTO N´4
The Caligars
Barbecue and fernet

PUESTO N´5
Nestor on the block
A street move apart us

PUESTO N´6
Will Kings
Soup of snail

PUESTO N´7
The Bar
A million of roses

PUESTO N´8
Shadows (haciendo un cover de Black Videla)
Little window

PUESTO N´9
Catch Humba
Fuckin´ black car

y

PUESTO N´10
Caribean Phantoms
Sad girl


Esto es para que vean que las buenas canciones, no conocen de fronteras.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Mamá, quiero salir en el noticiero

Amigos, cholulos los hay en todas partes y de todos los colores. Es ése arquetipo que el poeta urbano de cabello artificial cantó alguna vez:
Cho cho cho... sos un cholulo
Cho cho cho... sos un cholulo

Hoy por hoy el tener un talento innato ofrece menos garantías que un diploma de Técnico en Corte y Confección. Además, no cualquiera de nosotros puede implantarse senos y salir en Showmatch, por lo que -en un principio- nuestros sueños de estrellato se ven seriamente amenazados. Hasta hoy...
Presentamos una nueva forma de reconocimiento público. Un camino a la fama más corto aún que las siliconas y el botox, pero no menos espinoso y sanguinario. Se trata de los noticieros, ésas kermeses informativasque dan lugar a todo aquello que merezca ser comentado mientras le entramos a un bife al mediodia o un guisito por la noche.
A continuación algunas ideas para tomar unos sorbos de gloria televisiva y cumplir el sueño de ver su nombre en un videograph.
En primer lugar vamos a ver un par de ideas basadas en la relación de proximidad a una figura pública
* Ponerse de novio con un famoso/a
* Casarse con un famoso/a
* Pelearse con un famoso/a
Nota: las relaciones homosexuales dan más rating

* Intentar hacer un secuestro virtual a un famoso
* Hacer un secuestro virtual a un famoso
* Intentar hacer un secuestro real a un famoso
* Hacer un secuestro real a un famoso
* Matar un famoso




Ideas de otro calibre

* Encadenarse a algo o alguien
(rociarse con nafta puede producir un mayor efecto)

* Subirse a una antena de telefonía celular, aunque nuestro rostro se vuelva imperceptible

* Decir ver a un OVNI
* Decir ver caer a un meteorito
* Decir ver de nuevo al Pitufo Enrique

* Embocar a tu pareja de manera predeterminada en los meses de marzo/abril para que la cigúeña aterrice un 1ero de enero y así el "regalito" se convierta en el "primer bebé del año".

* Hacerse el ecologista/pacífico/budista/vegetariano y ponerse en bolas en cualquier pasaje peatonal

* Casarse un martes 13 (nota en el Registro Civil) o en su defecto ése mismo día embarcar sin rumbo fijo (nota en el puerto).

* Tirarle una piedra al bondi y despotricar a choferes y políticos ante las cámaras
(Nota: puede significar el lanzamiento de una candidatura)

Bueno amigos. Espero que éstas claves les hayan servido como atajos para llegar a la cima de la esplendorosa y efímera fama televisiva.

Si ya somos cantantes o deportistas frustrados, ya es hora de enderezar la balanza a nuestro favor.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Aburriéndonos con Bob Dylan



Ayer mostraban por televisión una disyuntiva apasionante "¿Cuál es más diva, Adriana Aguirre o Carmen Barbieri?". Luego de semejante debate quedé con la mente en blanco por algunas horas, hasta hoy que decidí desempolvar un texto de dos meses atrás.


Precisamente allá por marzo llegaba a nuestra ciudad un tipo del que no conozco mucho, pero cada vez que se hace presente, me causa somnolencia. Estoy hablando de Robert Albert Zimmerman, más conocido por la industria como Bob Dylan. Éste septuageario norteamericano es uno de esos que uno no sabe como llegó a donde llegó (tal el caso de Pablito Ruiz o Marley). Me duerme éste muchacho, me tira una energia que me obliga a cambiar de canal o de disco. Cuando escucho algúno de sus temas me imagino a punto de rajarme un tiro en algún bar a la vera de la ruta en Santiago del Estero.


No es una cuestión de edad, Keith Richards tiene el mismo índice de arrugas en la piel y así y todo la onda es distinta. Con la cara de lagarto y nafta de avión corriendo por las venas, no hay comparación alguna entre el bueno de Keith y el aburrido de Bob.


El otro tip clásico de Dylan es el sombrero bajo. Pero vamos a caer en lo mismo NO TIENE ONDA, no el sombrero, sino el personaje. No llega al nivel de conexión que irradian otras luminarias como Gustavo Cerati, Carlos Santana o el mismísimo Antonio Ríos.


Incluso en términos de industria, Bob no representa mucho, casi no tiene videoclips, sus discos son más caros que la media, y su único hit en cuarenta años hace alusión a otra leyenda, bah una leyenda en serio ("Like a rolling stone"). Con ése irregular currículum, el tipo hace giras por todo el mundo en avión privado, cobra entradas de 80 a 250 dólares, vive en hoteles con más de cinco estrellas y hasta prohibe a los concerjes y asistentes que lo miren a los ojos.


Un punto más en contra: hace diez años Andrés Calamaro lo citó en su tema Elvis está vivo ("Bob Dylan también lo sabe, pero Bob es muy discreto no dice nada, será mejor así") y el sello discográfico de Dylan -con consentimiento de éste- pidió una suculenta suma por el uso de su nombre con amenaza de juicio incluída. ¿Conclusión? Un sorete de persona.


Tanto en el Orfeo como en todos sus shows Dylan quita todas las pantallas gigantes, toca de costado y no desliza palabra alguna al público, la pregunta es ¿Hacía falta?. Al menos podría hacer como el bueno de Eddie Van Hallen, que en el frenesí y el descontrol de las giras, escribía en la parte trasera de su guitarra el nombre de la ciudad donde estaba tocando para poder dirigirse a sus fans.


Volviendo a Dylan, creanme que cuando vi al Superdomo semi vacío me causó una ligera satisfacción. No es nada personal, Bob.